Por María Paula Jijón y Thalía Jiménez
El 8 de marzo de 2024, se firmó la alianza estratégica entre el Centro Internacional de Arbitraje de Madrid (CIAM) y el Centro Iberoamericano de Arbitraje (CIAR). El principal objetivo de esta alianza, que lleva el nombre CIAM-CIAR, es consolidar ambas instituciones en el centro de referencia de arbitraje en Iberoamérica.
Para contextualizar, CIAM se creó en 2020 cuando las tres principales y más activas instituciones arbitrales de España en términos de carga de casos: el Corte de Arbitraje de Madrid (CAM), la Corte Española de Arbitraje (CEA) y el Corte Civil y Mercantil de Arbitraje (CIMA), junto con el Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) como socio estratégico, decidieron fusionar toda su actividad internacional en un solo centro que administra únicamente casos internacionales.
Sin embargo, la centralización del arbitraje internacional no fue el único objetivo de la creación de CIAM. Otro objetivo era y es promover la igualdad y unificar a través de una sola voz el arbitraje internacional en español y portugués entre las partes iberoamericanas, considerando que comparten las mismas raíces, idioma, cultura y tradición jurídica.
CIAR, por otro lado, comenzó a operar en marzo de 2015 y fue el resultado del interés en el arbitraje en el sector empresarial iberoamericano. Fue creado por la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, con el apoyo de la Secretaría General Iberoamericana, la Conferencia de Ministros de Justicia de Iberoamérica, Colegios de Abogados, Cámaras de Comercio y Conferencias Empresariales de los 22 países iberoamericanos.
Debido a las evidentes sinergias y para avanzar en sus objetivos, a partir de marzo de 2024, tras la firma de una alianza oficial, la actividad de CIAR se ha incorporado a CIAM, resultando en CIAM-CIAR, una única institución arbitral que ya ha administrado más de 40 casos con los más altos estándares de eficiencia y excelencia, contando con un inmenso apoyo público de los países iberoamericanos.
Esta alianza estratégica surge de la necesidad de unir esfuerzos para fortalecer esta posición, aprovechando la experiencia y reputación de CIAM y CIAR en sus respectivos campos de acción. Esta unión promete abrir nuevas oportunidades y fortalecer la presencia de Iberoamérica en la escena internacional del arbitraje.
La evidente pregunta que surge ahora es ¿cómo se verá esta alianza en la práctica? En la práctica, esta unión implica lo siguiente:
En primer lugar, CIAR ha transferido toda su actividad arbitral -presente y futura- a CIAM-CIAR, lo que significa que CIAR ha acordado transferir toda la actividad relacionada con el arbitraje y cualquier otro mecanismo de resolución de disputas que tenga actualmente o pueda tener en el futuro a CIAM-CIAR. Asimismo, todas las operaciones relacionadas con la administración de procedimientos arbitrales estarán regidas por las Reglas CIAM -tanto la versión de 2020, que todavía es aplicable a los procedimientos en curso, como la nueva versión de 2024, que es aplicable a los procedimientos desde el 1 de enero de 2024-. Ambas versiones han sido renombradas como Reglas CIAM-CIAR. Estas Reglas, junto con sus anexos y notas operativas internas, se aplicarán en su totalidad a todos los procedimientos que sean administrados por CIAM-CIAR.
En segundo lugar, CIAM y CIAR continuarán desarrollando todas sus actividades de educación superior desde CIAM-CIAR. Esto incluye el Curso de Práctica Avanzada para Árbitros de CIAM-CIAR, que debutará su primera edición esta primavera en colaboración con el Club Español y Iberoamericano de Arbitraje. Este curso está destinado a proporcionar conocimientos técnicos a los árbitros, con reconocidos árbitros internacionales como profesores. Además, CIAR llevará a cabo todas sus actividades de educación continua desde CIAM-CIAR, incluyendo el Curso de Postgrado en Arbitraje Internacional que actualmente se está desarrollando en colaboración con la Universidad de Salamanca y Tirant lo Blanch.
En tercer lugar, CIAM-CIAR mantendrá su sede actual en el “Palacio de Santoña”, ubicado en la Calle Huertas 13 en Madrid, que será la oficina desde la cual se administrarán todos los arbitrajes de CIAM-CIAR, incluyendo las diversas salas de audiencias disponibles para cualquier arbitraje ad hoc o institucional. Además, en un compromiso con Iberoamérica, CIAM-CIAR mantendrá las otras dos oficinas de CIAR ubicadas en la sede del Colegio de Abogados de Costa Rica y en la sede de la Ordem dos Advogados en Brasil. Estas oficinas también podrán ser utilizadas como lugares para las audiencias de arbitraje de CIAM-CIAR.
Finalmente, con respecto a la estructura organizativa, se mantendrá la estructura previamente establecida de CIAM. José María Alonso Puig sigue siendo el Presidente de CIAM-CIAR y Marta Lalaguna sigue siendo la Secretaria General. Sin embargo, con esta unión, Javier Íscar de Hoyos, fundador y ex Presidente de CIAR, ha sido incorporado como Vicepresidente de CIAM-CIAR, junto con Juan Serrada, Urquiola de Palacio y Elena Otero-Novas, y Eliana Baraldi, ex Secretaria General de CIAR, como miembro del Pleno.
En conclusión, la unión de CIAM-CIAR marca un hito significativo en la evolución del arbitraje internacional dentro de la región iberoamericana. Al consolidar las fortalezas y la experiencia de CIAM y CIAR, esta alianza aspira a convertirse en el principal centro de arbitraje para las partes de habla hispana y portuguesa, mejorando la eficiencia y la excelencia de los servicios de resolución de disputas. La integración de las actividades de CIAR en CIAM-CIAR, junto con la armonización de las reglas de arbitraje y la continuación de iniciativas educativas de alto nivel, subraya un compromiso con el fomento de un marco de arbitraje unificado y robusto.
Esta asociación estratégica no solo aprovecha las similitudes históricas, culturales y legales dentro de Iberoamérica, sino que también posiciona a CIAM-CIAR como un actor fundamental en el escenario global del arbitraje. Con sus operaciones centralizadas, prestigiosa sede y liderazgo distinguido, CIAM-CIAR está bien preparado para manejar una creciente carga de casos mientras avanza en la calidad y accesibilidad de los servicios de arbitraje en toda la región.
A medida que CIAM-CIAR continúa construyendo sobre los legados de sus instituciones predecesoras, promete abrir nuevas oportunidades y reforzar la presencia de Iberoamérica en la arena del arbitraje internacional, contribuyendo en última instancia a una comunidad de arbitraje más cohesiva e influyente.