- La nueva institución ofrecerá servicios de administración de arbitrajes internacionales con el enfoque puesto en el ámbito iberoamericano y en las pequeñas y medianas empresas
- Además de su sede en Madrid, CIAM-CIAR contará con dos oficinas en San José de Costa Rica y São Paulo
Madrid, 8 de marzo de 2024. El Centro Internacional de Arbitraje de Madrid (CIAM) y el Centro Iberoamericano de Arbitraje (CIAR) han firmado una alianza estratégica para aunar esfuerzos y convertirse en el centro de arbitraje de referencia en Iberoamérica gracias a su cercanía, agilidad, seguridad y modernidad.
La institución, que a partir de ahora se denominará CIAM-CIAR, continuará ofreciendo servicios de administración de arbitrajes internacionales con un especial enfoque en el ámbito iberoamericano y en las pymes, con el objetivo de que ayude a fortalecer el liderazgo internacional de las empresas españolas y latinoamericanas.
A través de esta alianza, CIAR se configura como socio estratégico e integrará toda su actividad arbitral en CIAM-CIAR. De esta manera, CIAR destinará todos sus recursos actuales y futuros en la nueva institución, lo que incluye la cesión de toda su actividad arbitral y relativa a cualquier mecanismo de resolución de disputas actuales y aquellas que pueda tener en un futuro a CIAM-CIAR, así como todos los medios humanos, materiales y económicos de los que dispone para el buen funcionamiento de la alianza.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha inaugurado el acto de presentación de la Alianza resaltando que se trata de “una unión natural entre dos cortes de arbitraje, una nacida de la sociedad civil de Madrid, y otra que encarna a la Secretaría General Iberoamericana, gran amiga de la ciudad. Madrid es la capital de Iberoamérica en Europa. Somos el puente entre el empresariado de España y también de Europa, y el empresariado de Iberoamérica”.
Por su parte, Andrés Allamand, secretario general Iberoamericano, ha llamado la atención sobre la importancia de este acuerdo porque “en un mundo en el que la única constante es el cambio, tener aliados que compartan principios es más importante que nunca. Para incentivar la seguridad jurídica hay que crear marcos jurídicos permanentes, estables y predecibles, y a través de mecanismos de resolución de controversias que sean independientes de los poderes políticos, de las partes y de los grupos de presión. Esto es lo que aporta el arbitraje”.
El presidente de CIAM-CIAR, José María Alonso, ha subrayado la vocación iberoamericana de la institución: “Los arbitrajes con partes iberoamericanas suponen el 25% de los que se realizan en el mundo. Compartimos una misma lengua y un derecho muy similar. Esto nos hace una auténtica potencia”.
Por su parte, el vicepresidente de CIAM-CIAR, Javier Íscar, se ha mostrado convencido de que “CIAM-CIAR va a convertirse en la institución de referencia del arbitraje internacional. Queremos ser un centro iberoamericano que dé respuesta a los problemas de nuestra región, un mercado de 800 millones de personas que hablan español, la segunda lengua más utilizada en el mundo después del inglés”.
En el cierre del acto, el presidente de la Asociación para el Arbitraje Internacional de Madrid, Juan Serrada, ha destacado que “a los promotores de esta iniciativa nos han guiado dos premisas: la voluntariedad y la actuación desinteresada. Todo ello con la finalidad de alcanzar la meta común de consolidar una institución reconocida internacionalmente que es un orgullo para los abogados y las empresas españolas e iberoamericanas”.
Acuerdo CIAM-CIAR
CIAR integrará toda su actividad arbitral relativa a cualquier mecanismo de resolución de disputas que tenga en la actualidad, como aquella que pudiera tener en un futuro en CIAM-CIAR. Ello comprende la administración de potenciales arbitrajes y mediaciones sujetos a convenio CIAR, así como toda actividad de difusión.
La actividad relativa a la administración de los procedimientos arbitrales se regirá por el Reglamento de CIAM, que entró en vigor el 1 de enero de 2024 y en el que CIAR fue invitada a aportar ideas y sugerencias, y que pasará a llamarse Reglamento CIAM-CIAR, con sus anexos y notas de funcionamiento interno.
Según establece en el acuerdo, se incorporarán al Pleno de CIAM-CIAR progresivamente dos miembros más: Javier Íscar, que asumirá la Vicepresidencia de CIAM-CIAR -junto con los actuales vicepresidentes Juan Serrada, Elena Otero-Novas y Urquiola de Palacio-, y Elena Baraldi, secretaria general de CIAR. Posteriormente, se incorporarán dos miembros más a propuesta de CIAR y existe un compromiso de lograr un equilibrio con miembros iberoamericanos y europeos.
Toda la administración de casos seguirá llevándose a cabo con el equipo de CIAM, que mantendrá la Secretaría General con Marta Lalaguna al frente.
CIAM-CIAR tendrá su sede en el Palacio de Santoña en Madrid, que será el domicilio desde el que se administrarán todos los arbitrajes de CIAM-CIAR. Además, contará con dos oficinas en San José de Costa Rica y en Sao Paulo.
La alianza CIAM-CIAR se enmarca en un contexto prometedor: por un lado, Madrid se posiciona como un polo de atracción en el ámbito empresarial y jurídico gracias a la llegada de multinacionales de todo tipo, fondos de inversión y delegaciones de despachos de abogados de gran peso y prestigio internacional; y por otro lado, Iberoamérica, se ha convertido en una de las regiones más dinámicas del mundo del arbitraje gracias a su desarrollo y su enorme potencial económico.
El Centro Internacional de Arbitraje de Madrid (CIAM) inició su actividad el 1 de enero de 2020 para ofrecer un servicio independiente, transparente y eficiente de administración de procedimientos arbitrales internacionales y es el resultado de la fusión de la actividad internacional de la Corte de Arbitraje de Madrid, la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje y la Corte Española de Arbitraje, a las que se unió la Corte de Arbitraje del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid como socio estratégico.
Por su parte, el Centro Iberoamericano de Arbitraje (CIAR) es una corporación de derecho privado creada en febrero de 2015 y que nació del mandato de las Cumbres Iberoamericanas de jefes y jefas de Estado y de Gobierno mediante el acuerdo de las Cámaras y Organizaciones Empresariales y de Comercio, así como de los Colegios y de las principales asociaciones de Abogados de Iberoamérica.